Este artículo contiene spoilers.
Comenzamos la quinta temporada como siempre: con un capítulo en el que apenas pasa nada y que sirve para recordarnos la situación y localización de cada personaje (aunque no de todos los más importantes; ¿dónde está mi Arya? ¿Dónde?). El flashback con el que se nos introduce a la historia sirve para confirmarnos lo que ya sabíamos: a Cersei dan ganas de matarla desde niña, a pesar de que la bruja a la que pregunta por su futuro se ría de ella en su cara. Pero descaradamente, además. Por si fuera poco, volviendo al presente, los ojazos del cadáver de Papá Lannister en su funeral en Desembarco del rey, hacen que parezca más aterrador y espabilado que nunca.
Después de que Cersei «celebre» el regreso del primo «sectas» Lancel (regreso que nadie esperaba), vemos cómo Margaery se encuentra con una ¿inesperada? y desnuda sorpresa en la alcoba de su hermano, al más puro estilo Juego de Tronos. Lo malo de todo esto es que realmente en Desembarco del Rey no pasa absolutamente nada, y creo que para ser el entierro de Tywin, un personaje tan importante, se debería haber organizado algo más grande y vistoso (y no, no me refiero a sus «ojos), algo como lo que en esta serie se acostumbra a hacer con las bodas, por ejemplo.
Tyrion vagabundo por fin ha llegado hasta Pentos junto a Varys, a pesar de haber tenido un viajecito similar al de los animales de la película Madagascar. El eunuco intenta convencer al enano de que él tiene papeletas para ser un personaje importante en la guerra que está por venir, argumentando que puede ser el que ayude a una mujer a tomar el trono de hierro (admitamos que todos pensamos en Khaleesi al escuchar esto). También es verdad que Tyrion vagabundo pasa bastante de todo el tema, pero espero que esta actitud suya no se alargue demasiado y entre pronto en acción de alguna forma.
Sansa ha cambiado. Ahora, lleva un atuendo digno de un Lord Sith de Star Wars; el odio la ha hecho poderosa y la ha acercado al lado oscuro, haciéndonos esperar que durante esta temporada sus acciones den mucho de qué hablar. Ella y Tyrion son los personajes que más juego pueden dar en esta nueva entrega, ya que han sufrido cambios drásticos tanto de personalidad como de entorno, por lo que espero que sepan llevarlos bien y darles el interés que se merecen (algo que el personaje de Sansa necesitaba desde hace mucho, mucho tiempo). Los que no han cambiado nada son Brienne y Podrick, que, tras haber perdido la pista de Arya, siguen con la misma discusión que tenían en la pasada temporada.
Si algo me gustó, fue la escena en la que los inmaculados de Khaleesi derriban la estatua que corona Meereen, haciendo así gala de unos efectos especiales que pocas series tienen el lujo de poseer. La Madre de Dragones (sin dragones) está ahora mismo en uno de sus peores momentos: numerosos ciudadanos no la aceptan como reina y asesinan a sus inmaculados, le reclaman que devuelva tradiciones que ella quiere derribar (como las arenas de combate), y sus dragoncitos (que de dragoncitos ya tienen más bien poco), no le perdonan el hecho de que los haya dejado encerrados, por no hablar de Drogon, que anda por ahí calcinando ganado y niñas a diestro y siniestro. Su único consuelo son los momentos de sexo que tiene con Daario Naharis, momentos que hacen que el pobre Jorah se revuelva en su tumba, digo, en su exilio.
Por último, en el Muro, Melissandre sigue intentando seducir a Jon Nieve mientras Stanis decide ejecutar a Mance, el líder de los Salvajes, por no prestarle su ayuda para conquistar Invernalia. Para finalizar el capítulo, vemos una nueva rebelión por parte de Jon Nieve (si no se rebela una vez por episodio explota), matando a Mance antes de tiempo para aliviar su sufrimiento. Esta muerte era completamente necesaria si el líder de los Salvajes no pensaba dar su brazo a torcer, para que la situación del Muro cambie y pueda seguir con la evolución que se inició con la llegada de Stanis en la temporada anterior.
El capítulo en general me ha parecido bastante flojo y lento; apenas avanza ninguna de las tramas y hay personajes esenciales de los que ni siquiera tenemos noticia. La historia vuelve a centrarse sobre todo en Daenerys y Jon Nieve, dándoles a ellos las escenas más importantes del episodio como son la rebelión de los dragones y la muerte de Mance, respectivamente. El depositar tanto peso siempre en los mismos personajes puede terminar cansando al espectador, por lo que espero que en los siguientes capítulos la importancia de las historias se divida un poco mejor.
Lo que me gustaría de los episodios que están por venir es que las tramas no se alarguen en demasía y que aparezcan personajes que en este primero se han echado de menos, como es el caso de Arya. No sé si Bran aparecerá en toda la temporada, pero personalmente espero que Jorah vuelva para ganarse una vez más la confianza de Khaleesi, ya que creo que se lo merece. Del que no tengo esperanzas de su retorno es de Gendry, personaje olvidado al finalizar la tercera temporada en las aguas cercanas a Desembarco del Rey y que no aparece por ninguna parte.
Y esta es mi humilde opinión, aunque en realidad, no sea para nada humilde.
Ander Mombiela
Series Para Aficionados 