Este artículo contiene spoilers
Los capítulos que coronaban temporadas anteriores siempre acostumbraban a ser algo sosos, sobre todo tras el noveno, y a tener una historia, como mucho, que nos dejara con ganas de ver lo que ocurriría en la tanda siguiente. Pues bien, en el último episodio de esta quinta temporada, los guionistas, quizá buscando su redención por el resto de temporada que nos han hecho pasar, han querido cerrar por todo lo alto, dejando mil historias abiertas y cerrando otras abruptamente, con muertes inesperadas incluidas. Ha sido un buen capítulo, y aunque haya cosas que no me han gustado demasiado, el regustillo que se queda tras verlo es favorecedor, ya que el shock y las ganas de ver más están ahí. Y una serie que produce eso en el espectador, es una serie que funciona.